La soledad del paisaje de Carmen Bustamante invade
Santa Catalina
La artista expone cuarenta piezas de diversos formatos que indagan en la vertiente más minimalista del paisaje marino, siempre contagiados de una paz extrema.
"No me interesa tanto el paisaje como el ambiente que creo para un instante concreto, el que viene a romper la ola a la orilla para quedar en espuma, por ejemplo"
La paz invade así esta sala principal del Castillo de Santa Catalina, cuyas paredes rezuman Carmen Bustamante por los cuatro costados, pasando de la Caleta, a la Alameda, la Barrosa o Sancti Petri, hasta desembocar en la espuma esparcida de una playa cualquiera del sur. Son paisajes diversos, plurales, minimalistas que, reconocibles o no, hacen una "ininterrumpida llamada a la contemplación", como bien dice Ana Sofía Pérez Bustamante en el catálogo editado para la ocasión, en el que también participa el escritor jerezano José Manuel Caballero Bonald.
Cuando yo era un niño un hada me regaló una catedral
cuando yo era niño el color azul se puso delante de mi
cuando yo era niño llamaba de usted a los peces
...
C.E. de Ory. Solo de poemas solos. Música de lobo.
Me levantaba temprano, al alba. Iba directamente a la baranda. Colocaba los codos en el borde de piedra caliza, igual que un dipsómano en el mostrador de una taberna. Encima de mi cabeza, los cielos. Debajo de mis ojos, el mar. Me ponía a inspeccionar el mar. Lo miro, lo huelo y lo degusto hasta que me siento borracho. Allí estoy alelado sin decidirme a caminar.
…
C.E. de Ory, "La baranda", en La memoria amorosa
C.E. de Ory, "La baranda", en La memoria amorosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario