Hoy playa no
Sí: sin duda es el mundo, que rueda.
CAMILO
JOSÉ CELA
La Alameda y
todo es igual-igual pero desde lo de ayer tarde, ya no, es como diferente. Es
diferente.
[…]
Ahora el Parque
no, y a la plaza Mina no, ni por las calles, sino a la Alameda, dicen que en
verano es más fresca porque, aparte los árboles, tiene abajo el mar. Y se ven
los barcos, míralos, el sol está medio en el agua y luego ya lo va tapando
el agua, que se pone igual que cuando le parto la yema en mi plato a un huevo
embarcao con el agua caliente y el aceite y el vinagre, yo ya me eché el huevo
que me toca y se sale el amarillo fuerte, y de pronto la abuela coge y me parte
en mi plato su huevo: no discutírmelo, la
criatura está creciendo, dice.
[…]
A la
balaustrada ya me asomé dos veces, las rocas y los verdines viéndose abajo
porque está vacía la marea. Y ahora estoy yendo de la esquina del Telescopio
hasta la fuente grande frente al Carmen con el montón de estampas en la mano,
las más fáciles las pongo aquí atrás del montón. Y en el banco aquél, que ni me
lo creía, fue donde Juan el del dragaminas Plutón, que lo pone la cinta de la gorra, el marinero alto del
bigote, sacó dinero las otras tardes y me compró casi medio canasto en la vieja
de los caramelos con las estampas, que se me caían los caramelos de tantos
como eran y si quería sujetarlos con los brazos se me caían más, y Juan el
marinero del Plutón se tuvo que
levantar de junto a tita Petri y me ayudó a llevar los caramelos hasta el banco
donde el tranvía da la vuelta, que fue cuando le vi el ancla y el corazón que
tiene pintados en el brazo como con puntitos de tinta, y me dijo él:
-Quédate
aquí o vete por ahí a cambiar esas estampas.
[…]
FERNANDO
QUIÑONES
EL CORO A DOS VOCES
UNA NOVELA EN RELATOS
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