domingo, 27 de febrero de 2011

EL DESASTRE DEL 98 a través de las coplas de Carnaval, por José Marchena Domínguez



Los años comprendidos entre 1898 y 1898 son tiempos difíciles para la nación española. Se culmina un proceso de degradación territorial con la pérdida definitiva de las últimas colonias de Cuba y Filipinas, en la guerra hispano-norteamericana. Durante la contienda, los soldados que se dirigían hacia las zonas beligerantes partían del puerto de Cádiz. Emotiva debió de resultar la escena de despedida de mujeres y niños a aquellos que no tendrían nada que hacer ante una flota naval más poderosa:
Al grito de ¡Viva España!
desde los muros de esta ciudad,
a la ingrata manigua
cincuenta mil hombres
se han visto marchar.
¿Cuándo volverán?
¡Sólo Dios lo sabe!
cuántos morirán en aquella
tierra tan infame.
Con qué sentimiento
a sus madres dejan,
pero en cambio ellos,
qué entusiasmo llevan.
No lloréis por nosotros, decían,
madres del alma,
que vamos a defender
la preciosa honra de nuestra España,
y si los insurrectos nos matan,
podéis llorar.
¡Viva España con honra!
se oyó gritar en el sordo rugido del ancho mar.
Viva nuestra España grandiosa y valiente,
que ante la deshonra prefiere la muerte.
Viva la nobleza del pueblo español
y los soldados heroicos que allí
pelean por nuestro honor,
sepan que por su victoria
latiendo está nuestro corazón.
                   Tango de “Los Claveles” (1896)
(…)
         Firmada la paz en la guerra de Cuba y Filipinas (tras la firma del protocolo de Washington de 1898 y el tratado de París en diciembre) la población española sintió una gran conmoción ante la derrota de las tropas a mano de los insurrectos cubanos y las tropas y fuerzas navales al mando de Rusbell. El Carnaval de 1899 fue el de las letras que lamentaban tal pérdida con cierta neutralidad degradada, y haciendo hincapié en las beneficiosas condiciones del tratado para el país.
         No faltan por supuesto las letras de tipo sentimental y de fuertes tintes patrióticos:

Ya se concluyó la guerra
y se ha firmado la paz.
Ya somos todos amigos,
y aquí no ha pasado “na”.
Queda visto y justificado,
y en la historia se escribirá,
que los yanquis han procedido
con muchísima humanidad.
Filipinas, Cuba y la mar,
se las llevan tan solo por caridad
… pero en cambio como indemnización
dan veinte millones…
                              Tango de “Los relojes” (1899)

Un recuerdo dedicamos al ejército español,
que en esta pasada guerra
por España peleó.
Saludamos cual se merece
al ejército y la marina
que su sangre vertió mil veces,
allá en Cuba y Filipinas.
Nuestra historia en letras de oro
sus hazañas debe escribir,
y guardarlas como un tesoro
para gloria y honra de este país.
Defendieron nuestro pabellón
y sin fruto murieron por nuestro amor.
Casi en cueros y a medio comer,
por España lucharon sin interés.
Nadie vio patriotismo mayor
que el del soldado del pueblo español.
Viva nuestra patria siempre gloriosa
y siempre valiente.
Mueran los ladrones que nos ultrajaron
villanamente.
Bien por el ejército y la marina
de esta nación,
cuyo heroísmo es hoy del mundo
la admiración.
                      Tango de “Los Relojes” (1899).

_______________________________________________________
                                                 José Marchena Domínguez, Carnaval de Cádiz: Una historia en coplas, Cádiz, Fundación Gaditana del Carnaval/Excmo. Ayuntamiento de Cádiz, 1994, págs. 48-51.

No hay comentarios:

Publicar un comentario