viernes, 26 de noviembre de 2010

3. El mar de Cádiz, puesto en pie, saluda a Carlos Edmundo de Ory


CUADERNO DE CÁDIZ

PPángel González, Dibujando sus recuerdos en la arena, 2009. 



La manera de ser de Cádiz quizá pueda resumirse en el verso de Manuel Machado: “salada claridad”. La omnipresencia del mar hace que el viajero, nada más entrar a la ciudad, ya sea por la carretera que viene de San Fernando, ya cruzando el puente sobre la bahía, se sienta en una isla doblemente envuelta en el azul: el del mar y el del cielo. Más aún: Carlos Edmundo de Ory (Cádiz, 1923) advirtió en uno de sus poemas cómo el mar se pone de pie. Carlos, hijo del también poeta Eduardo de Ory, nació en una casa de la Alameda Apodaca. Hoy ese edificio lleva dos placas conmemorativas, una dedicada al padre y otra al hijo. Desde una ventana que mire a la bahía apuntando a Rota, el mar se ve azul oscuro en un vértigo vertical. Hijo de ese vértigo es Carlos Edmundo, coinventor del Postismo, rama del Vanguardismo que, como una auténtica rareza, fundaron en Madrid, en 1945, tres jóvenes artistas extravagantes: Eduardo Chicharro hijo, Carlos Edmundo de Ory y Silvano Sernesi. El poema que reproducimos es el mundo visto desde la maravilla de la infancia, desde los ojos del Niño Divino al que rindieron culto los hijos del Surrealismo. [+/-] Ver / Ocultar

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