Casapuerta Con pavimento de piedra de Tarifa en Beato Diego, 10 (Cádiz)
Todo es nobleza en la casapuerta. La piedra umbral, macizo mármol que exhibe el desgaste infalsificable de los siglos; los pedestales que soportan las jambas, de mármol rosado y muda sobriedad; las propias jambas, soberbios monolitos de mármol blanco con molduras y guirnaldas; el dintel, rematado con candeleros; los formidables portones, que sugieren pretéritas riquezas interiores proporcionales a su fortaleza; los llamadores y el escudo de la cerradura; la singular solería, fabricada en la losa de Tarifa que pavimentó las glorias de los Austrias; las dilatadas placas de mármol que conforman el zócalo; la puerta del patio, reliquia del recogimiento conventual de la España imperial.
Refleja la estancia dos momentos históricos, dos almas: la austeridad de la España solariega y ascética de un lado; el lujo preciosista de la burguesía liberal de otro. La primera se revela en las dimensiones de la estancia, en las puertas, en el suelo empedrado; la segunda en los sobrevenidos mármoles labrados: el zócalo y acaso también las jambas y el dintel.
El abandono al que aparece librado tan singular conjunto presagia una reforma. En manos de las Administraciones Públicas está el alumbrar, aunque sea solo con una campaña de sensibilización, a vecinos, a propietarios, a profesionales, sobre los valores que atesora esta casa y tantas como esta que vemos a diario perdidas para siempre, víctimas de reformas inclementes. Con qué poco se salvaría tanto.
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Bartolomé Pozuelo, "Casapuerta", La Voz de Cádiz, 30 de enero de 2011.
Hermoso texto, Bartolomé. Un abrazo a ambos.
ResponderEliminar¡Cuántos preciosos recuerdos me traen éste texto!
ResponderEliminarEn mi casa de la calle José del Toro, teniamos losa de Tarifa en el patinillo, en el patio, aljibes...¡Qué tiempos aquellos!
Enhorabuena.
Saludos